Varios jugadores, directivos y técnicos del Real Zaragoza y del Levante fueron citados para declarar la semana pasada sobre un presunto delito de fraude por el amaño del último partido de la temporada 2011 que se celebró en el campo del Levante. Entre ellos estaban el ex-presidente del Zaragoza, Agapito Iglesias y Javier Aguirre, quien dirigió al equipo aquella temporada.
Fue hace algo más de un año cuando la revista Interviú destapó este caso de fraude deportivo, asegurando que durante la última jornada de liga en la que el Real Zaragoza se jugaba la permanencia en Primera Divisón, varios de los jugadores del equipo entregó a los del Levante una elevada suma de dinero para manipular el resultado del partido y salvarse así del descenso a Segunda División. Pero han tenido que pasar más de dos años hasta que la Fiscalía Anticorrupción junto con la policía han abierto una investigación, que ha desembocado en la citación de varias personas para declarar ante el fiscal.
Esta clase de fraude está contemplado por el Código Penal como delito, y en caso deque el proceso siguiese adelante, las penas a las que se enfrentarían aquellos que terminasen imputados podrían ir desde sanciones a penas de prisión. Pero no solamente quienes fuesen juzgados se enfrentarían a sanciones, incluso el propio club podría verse también afectado, ya que según el artículo 75 del Código Disciplinario del Fútbol de la R.F.E.F., el club que resultase beneficiado por la manipulación de un partido podría perder la categoría si se demuestra que tiene algún vínculo directo con quienes llevaron a cabo la infracción.
Tanto el Real Zaragoza como el Levante expresaron en sendos comunicados desconocer estos hechos y se han puesto a disposición de la justicia para colaborar en todo lo necesario para esclarecer este asunto.